VPN es uno de esos términos tecnológicos que ha ganado mucho protagonismo en los últimos años, a medida que Internet se ha ido diversificando y creciendo incluso a mayores niveles. Sin embargo, su premisa es realmente simple, y tiene algunos escenarios de uso muy interesantes.
Sus siglas significan ‘virtual private networking’, o ‘red privada virtual’. Se trata de tecnologías destinadas a añadir una capa de seguridad a redes tanto privadas como públicas. Estas incluyen banda ancha y puntos de acceso a Internet.
Un (virtual private network) es, por tanto, una solución privada y segura dentro del propio y más extenso Internet que permite a los usuarios, ya sean individuos o parte de una organización o negocio, enviar y recibir datos mientras mantienen la confidencialidad de una red privada.
Eso significa que puedes usar uno para crear un “túnel” seguro en la red de tu compañía para acceder a sistemas internos privados, pero también que puedes navegar por la red con total privacidad y acceder a contenido que de otra forma no podrías disfrutar, como Netflix o BBC iPlayer.
Privacidad óptima, no total
Todo el tráfico que pasa a través de tu conexión VPN es segura y no puede, en teoría, ser interceptada por nadie más, haciendo que sea la forma convencional más segura de navegar por la web de forma privada (pero no siempre de forma anónima).
Simplemente debes tener en cuenta que, sin embargo, las configuraciones de los VPN son sólo tan seguro como lo es el eslabón más débil de toda la cadena. Así que si tu dispositivo ya ha sido afectado por un malware, usar un VPN no te salvará de poder ser espiado, aunque un buen antivirus sí lo podría hacer.
Si hay una preocupación a la hora de usar la tecnología e Internet, es la privacidad. Al usar un VPN, puedes, en teoría, evitar que tu proveedor de servicios de Internet (ISP) y el gobierno puede ver tu historial de Internet.
Los VPNs también han emergido como una popular herramienta para los movimientos por la libertad de expresión. Puedes evitar la censura dentro de organizaciones y de terceros. Por ejemplo, si tienes una opinión en contra de las prioridades de tu jefe, no tienes que preocuparte por que te descubra.
La gente también usa la tecnología VPN para “geo-falsear” su localización. Esto da como resultado que los usuarios puedan configurar sus ajustes de localización para poder usar servicios extranjeros. Un buen ejemplo es poder ver un programa de televisión o un producto online que sólo esté disponible en un país específico, puede que debido a problemas legales o de licencia.
La privacidad es la prioridad
Puedes confiar en un VPN también para protegerte de los hackers. Si estás fuera e inicias sesión para usar un punto de acceso a Internet público, puede que en una cafetería o una biblioteca, hay posibilidades de que alguien intente acceder a tu dispositivo. Esto puede llevarte a perder datos valiosos, como tus contraseñas.
Esta tecnología también están emergiendo como un instrumento popular en el mundo de los negocios. Cuando estás viajando todo el tiempo para mantener reuniones, lo normal es conectarte a redes de terceros. Con un VPN, puedes acceder a la intranet de tu empresa sin tener que preocuparte por ser el objetivo de cibercriminales.
Muchos servicios VPN – hay sobre 400 de ellos para móvil y sobremesa – ofrecen diferentes pros y contras, por lo que si estás buscando acceder a Hulu o a BBC iPlayer desde una región diferente, conectarte a la red de tu oficina o simplemente permanecer a salvo online, podrás encontrar un servicio a la medida de tus necesidades.
Además, un VPN se puede usar para evitar que tu conexión a Internet se vea reducida, y eso es ciertamente importante en estos momentos, dado que Verizon está al límite en Estados Unidos. Según algunas informaciones, el ISP ha capado el streaming de Netflix a 10Mbps, y también ha limitado el video en sus planes ilimitados, lo que significa que los espectadores a través de smartphone no puede obtener una calidad mayor de 480p.
Un proveedor, NordVPN, reconoce que algunos de sus usuarios han visto cómo la velocidad de streaming de su Netflix se triplicaba al usar un VPN para saltarse la limitación de Verizon. Y eso ciertamente es algo sobre lo que merece la pena reflexionar.
También es interesante apuntar que mientras el phishing siga siendo un peligro online mayor, un VPN puede ayudar a protegerte contra el malware o engaños mientras navegas por la web.
Proxy vs. VPN
Los proxies también son populares, y siempre está la duda de cuál es la diferencia entre ellos y los VPNs. El objetivo de ambos métodos es proteger la identidad de los usuarios o fingir una localización. Aunque son tecnologías diferentes, muchos proveedores de VPN también ofrecen proxies.
Un proxy es un tipo de sistema de computación que funciona como intermediario entre tu dispositivo desde el que te conectas y tu conexión web. Estos servidores también tienen su propias direcciones IP, por lo que las transferencias no pueden ser rastreadas directamente hacia tu ordenador.
Pueden compartir muchos objetivos comunes con los VPNs, pero normalmente sólo aseguran un cliente torrent o un navegador. Al usar un VPN, puedes encriptar el 100% de tu conexión a Internet, por lo que cuentas con más protección.