Durante años, no me he preocupado en proteger mi red doméstica. Llámame loco, pero no le vi la necesidad.
Todos mis vecinos tienen sus propias redes, todas ellas protegidas con contraseña claro.
No hace mucho, mi router murió y cuando fui a cambiarlo, pensé que era el momento para mí de ser inteligente y establecer algún cifrado, solo por si algún vecino tacaño decidiera empezar a aprovecharse de mi caro acceso de Internet por cable.
Y, ¿sabes qué? Complicada ciudad. Estoy cansado de escribir largas contraseñas cada vez que añado un nuevo dispositivo a la red (lo que suele ser frecuente). Además, tengo un par de impresoras inalámbricas que me crea grandes dolores de cabeza con la nueva configuración WPA2.
Así que estoy a punto de abandonar y volver a mis formas desprotegidas. Y cuando lo haga, voy a seguir el inteligente consejo que he recogido del Digital Inspiration: voy a poner a mi red un nombre aterrador.
Concretamente, al elegir un SSID desagradable o intimidatorio (nombre de red), es posible que así disuada a mantenerse alejados a los vecinos no conocedores de la tecnología (que, no os ofendáis amigos, es la mayoría). Un ejemplo del autor: c:\virus.exe. Me gusta éste, pero ¿qué pasa con algo vagamente amenazador como FBI-Espía? O, ¿ladronestenedcuidado?
En realidad, creo que me decantaré por éste: iwillhackyou. Esto debería ser suficiente para mantener a los ladronzuelos a raya.
Bueno, tal vez esto sea un poco tonto. La medida más inteligente es simplemente no difundir el SSID del todo, es decir, la red se mantendrá invisible a los de fuera sin dejar de estar disponible para ti. Esa es la vía que estoy pensando en tomar, pero todavía me gusta la idea de un nombre aterrador para mi red.